Frente a Olga, un niño del campo de refugiados no contesta a sus preguntas. ¿Qué habrán visto los ojos del osito de peluche que lleva en brazos?
«Estoy sin palabras, me ha encantado, tengo la piel de gallina y una tristeza... Es impresionante».
(Lectora)
«No puedo contener mis lágrimas, se me cierra el pecho. Cuánto dolor. Cuanta angustia. Cuánta tragedia en la realidad».
(Lector)
«Bravo por el relato, desgraciadamente transmite a la perfección la actualidad».
(Lectora)
«¡Tremendo!»
(Lector)